Aunque todavía no sepa dónde tendrá lugar la presentación, mi entusiasmo con este proyecto me ha llevado a desarrollar una maqueta del protagonista de mi cuento Cosmo. Flotando por el espacio, siempre feliz y contento, he trabajado en una figura que busca llamar la atención y ganarse el cariño de las personas que asistan al evento.
Con la idea incial comencé a trabajar en las primeras ideas de cómo debía construirse: cuántas piezas lo compondrían y por dónde anclarlas. Al principio barajé la idea de que fuera un modelo estático, asentado en una base, sin embargo pensando en la naturaleza del personaje, volando por el espacio, la idea de un móvil colgante parecía la más adecuada.
La cabeza de Cosmo es lógicamente la pieza central del modelo, flotando y moviéndose dentro de su escafandra. Por tanto utilicé una gran esfera de poliestireno con una base de cola blanca como cuerpo central sobre el que irían sujetos el resto de piezas.
Como tenía que manipular las distintas piezas antes de montarlas, la escafandra se construyó utilizando dos piezas separadas de metacrilato transparente que servirían para cerrar y sellar la figura
Una vez pintada la cabeza en el tono amarillento adecuado, le dibujé los ojos y la boca en color negro. En la parte inferior coloqué otra pieza alargada de metacrilato transparente para fijar la posición de la cabeza con respecto a la escafandra y poder pegar las piezas circulares que flotan debajo de Cosmo hechas con unas fantásticas piezas de poliestireno, ligeras y fáciles de manejar.
Pegué el conjunto de la cabeza y los aros a las semiesferas de metacrilato haciendo una pequeña muesca en ambas mitades.
Los últimos detalles consistían en terminar de montar la antena que corona la cabeza de Cosmo. Otras dos piezas de poliestireno debidamente ensambladas y pintadas cumplieron perfectamente el cometido. Un pequeño anclaje desde la parte interior de la escafandra sujetaba la antena para evitar que se moviera o se despegara
Finalmente puse dos enganches en la parte superior para poder colgar la figura y evitar que oscilara o diera vueltas.
Y voilá! Con un poco de poliestireno y algo de imaginación construí un pequeño Cosmo listo y dispuesto para despegar. A falta de conocer dónde será presentado el libro finalmente, todos aquellos que me regaléis vuestra presencia en la presentación lo podréis ver en persona, feliz, entusiasta y siempre buscando su estrella.
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